
Cuando Graham comenzó sus clases, tan grande era la oposición pública a las conferencias a cargo de un hombre sobre temas de anatomía y fisiología, ya sea a un público mixto o al público femenino, que se hizo un llamamiento profesional a las mujeres para realizar este trabajo. Entre aquellas que respondieron a la convocatoria fue la Sra. Mary Gove. La señora Gove no sólo defendió el trabajo de Graham, sino que estaba en la vanguardia de la lucha por los derechos de las mujeres, para la reforma de la vestimenta y otras reformas de su tiempo.